Traducido por Valeria Pagnani
Evan Smith está tomando tres clases presenciales este semestre. A pesar de que está tomando clases en UF desde el verano del 2020, esta será la primera vez que este estudiante de 18 años en primer año de ciencias políticas verá su clase desde un aula.
“Ver a mis profesores en persona, incluso con mascarillas, es mil veces mejor que estar sentado en mi habitación'', dijo Smith. “Realmente espero que dure, y realmente espero que no tengamos un pico en casos. Espero que dure tanto como sea posible”.
Esta primavera, el 40% de los estudiantes se están preparando para clases presenciales. Con 350 salones disponibles y 4,908 clases presenciales para primavera, los estudiantes y la facultad de UF están confiando en protocolos como pruebas obligatorias, uso de mascarillas y distanciamiento social para permanecer a salvo del COVID-19.
¿Qué ocurre si alguien en una clase presencial da positivo para COVID-19?
Las clases presenciales no se moverán a en-línea, pero los individuos que den positivos se unirán a una alternativa en-línea o HyFlex mientras que esperan por el OK en su estatus One.UF de “regreso a las instalaciones”, escribió la Directora de Asuntos Estudiantiles, Sara Tanner.
Los individuos que den positivo deben autoaislarse durante 10 días desde el inicio de los síntomas. Los individuos asintomáticos deben autoaislarse durante 10 días después de su colección de laboratorio, según la línea directa Screen, Test & Protect. Ellos tampoco serán obligados a hacerse pruebas nuevamente durante 90 días debido a que cualquier prueba positiva resulta del cuerpo deshaciéndose del virus.
Los estudiantes en la clase no serán notificados de que alguien en su clase dio positivo a no ser que han estado en contacto cercano con un estudiante positivo para COVID-19. El contacto cercano se define como la distancia de 2 metros (6 pies) por al menos 15 minutos a partir de las 48 horas antes del inicio de los síntomas hasta que la persona esté aislada, escribió Tanner.
De ser este el caso, los oficiales de salud pública se comunicarán con las personas de infección sospechosa o confirmada para recordar a quien sea que han podido contagiar y alertar a esos contactos, según la iniciativa de Screen, Test & Protect de UF Health. Personas con contacto cercano tendrán que autoaislarse durante 14 días.
Los miembros de la facultad tendrán acceso a ver quien ha sido autorizado para asistir a clases, pero la aplicación de la ley por permanecer fuera de clase recaerá en la responsabilidad de cada individuo o sanciones escolares como suspensión y expulsión, escribió Tanner.
“El ayudar a mantener a nuestra comunidad sana es una responsabilidad compartida”, escribió. “Es la responsabilidad del individuo seguir las normas y quedarse en cuarentena/aislamiento como es apropiado”.
En el otoño, no hubo casos de propagación comunitaria en el aula, escribió Tanner. En el otoño se vieron un 35% de clases presenciales o híbridas en las secciones de cursos de pregrado, posgrado y profesionales.
Sin embargo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades publicaron un informe el 8 de enero que indica que los condados con universidades que tenían clases presenciales tenían una mayor difusión de COVID-19 que las universidades con clases en línea.
UF también está implementando exámenes y pruebas quincenales a través del portal One.UF. Cualquier estudiante que resida o coma en una comunidad griega, que viva en una residencia universitaria o que asista a clases presenciales deberá someterse a una prueba para poder asistir a clases presenciales.
Los estudiantes no necesitan dar negativo en la prueba para ser aprobados para el campus. Siempre que hayan sido evaluados, los estudiantes pueden mostrar a los instructores la autorización de asistencia a clases en su One.UF.
Si un estudiante siente que tiene síntomas o puede haber estado en contacto con alguien que los tuvo, puede programar una prueba antes del mandato de dos semanas, escribió Tanner.
Un estudiante no está autorizado a regresar a clase si ha dado positivo o ha estado en contacto cercano con una persona infectada. A algunos estudiantes y profesores les preocupa que estos protocolos no sean suficientes.
La profesora de inglés de UF, Malini Johar Schueller, preguntó en el ayuntamiento de la facultad el 9 de enero cuáles eran sus posibilidades de infectarse si un estudiante llegaba a clase con COVID-19. Le dijeron que era bajo pero no le dieron un número específico, algo que ella dijo que era inaceptable.
“Tengo que ir a trabajar y aumentar mis posibilidades de contraer una enfermedad mortal sin motivo alguno", dijo. "No veo ninguna razón para aumentar las posibilidades de que las personas se enfermen".
Schueller, que dictará clases presenciales este semestre, dijo que estaba preocupada por las políticas.
"Las clases estuvieron absolutamente bien el semestre pasado en Zoom", dijo. “No es como si estuviéramos abandonando estudiantes o abandonando la instrucción presencial, método que a todos nos encanta. Simplemente no es lo más sabio que se puede hacer en este momento".
Sarisha Boodoo, una joven de 20 años en su tercer año de ciencias políticas y estudios de sostenibilidad de UF, dijo que UF está siendo completamente irresponsable. Optó por no tomar clases en persona debido a la falta de adaptaciones de UF y porque no se han administrado vacunas a la mayoría de los profesores o estudiantes.
"Esta pandemia realmente ha demostrado que la universidad es incapaz de manejar este tipo de situaciones", dijo Boodoo. "No estamos cerca de terminar y ahora mismo siento que la universidad no lo está haciendo con mucha atención".
Ella mencionó que muchos miembros de la facultad también tienen un problema con el regreso a las clases presenciales. El profesor de estudios latinoamericanos de la UF Emilio Bruna concuerda.
“Aunque hemos aprendido mucho sobre el COVID y cómo reducir el riesgo de transmisión, no tiene sentido para mí el por qué volvemos a esta situación cuando las cosas están mucho peor ahora que antes”, Bruna dijo.
El rechazo de UF de 144 solicitudes de adaptaciones a través de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades a partir del 19 de noviembre ha hecho que muchos profesores desconfíen aún más de regresar a la enseñanza de clases presenciales.
Bruna dijo que tuvo la suerte de dar una clase pequeña que solo se reúne una vez a la semana, pero habló por sus colegas que corren un mayor riesgo.
"Tienen que entender, lo tengo fácil. Creo que puedo dar mi clase de una manera razonablemente segura”, dijo. “Mi preocupación no es por mí. Es por mis colegas que están dictando clases mucho más numerosas, pero sienten que están en una posición en la que no pueden defenderse y decir este tipo de cosas".
Aunque los cambios que se les pide a los profesores que implementen para adaptarse a las clases en línea e híbridas podrían tomarse con calma bajo las mejores circunstancias, dijo Bruna, ha sido difícil con poco tiempo para prepararse y con el estrés de la pandemia.
"Todos estamos agotados”, dijo. "Todo el mundo está agotado".
Comuníquese con Valeria Pagnani: vpagnani@alligator.org.
Manny Rea is a journalism sophomore and the current health reporter for The Alligator. He worked as a copy editor in his freshman year before moving over to the Avenue in summer 2020. He likes to listen to dollar-bin records and read comics, and he is patiently waiting to go back to movies and concerts.
Sofia is a news assistant on The Alligator's university desk. This is her second semester at paper, where she previously worked as a translator for El Caimán.
Valeria is a fourth year Telecommunication student at the University of Florida. She is a proud Venezuelan and is fluent in Spanish, English, and French. She has worked as a Caimán translator since Spring of 2021.