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Monday, October 28, 2024

Un vistazo a la cocina sudamericana de Gainesville

La comida fomenta las conexiones culturales y el impulso empresarial, dicen propietarios y clientes

<p>Arepa Burger, a Venezuelan food truck, waits to open in downtown Gainesville on Sept. 7, 2024. | Arepa Burger, un camión de comida venezolana, espera para abrir en el centro de Gainesville el 7 de septiembre de 2024.</p>

Arepa Burger, a Venezuelan food truck, waits to open in downtown Gainesville on Sept. 7, 2024. | Arepa Burger, un camión de comida venezolana, espera para abrir en el centro de Gainesville el 7 de septiembre de 2024.

La tendencia de convertir los camiones de comida en restaurantes tradicionales ha hecho brotar una colorida variedad de comidas por todo Gainesville, una gran parte de los cuales procede de raíces venezolanas. 

Algunos restaurantes han crecido junto a la comunidad hispana, que representa alrededor del 12% de los residentes de Gainesville. Otros acaban de seguir sus pasos abriendo sus negocios.

Más allá de satisfacer los antojos de la comunidad, los dueños de restaurantes venezolanos se han encontrado creando conexiones significativas con sus clientes, lo que a su vez alimenta su espíritu emprendedor.

Así nació hace seis años Arepa Burger, un camión de comida venezolana que en agosto abrió su local permanente en Depot Village.

Su propietario, Víctor Hugo Suárez, un antiguo veterinario de 63 años, decidió cambiar de rumbo e invertir en gastronomía tras encontrar dificultades para conseguir un empleo en su campo tras su traslado de Maracaibo a Gainesville.

Desde el primer día que encendió el motor de su camión de comida hasta ahora, ha recibido comentarios positivos de la ciudad. Él cree que se debe a que su pasión y amor por servir y cocinar su comida se traslada a su negocio.

“No hacemos algo por hacerlo” dijo Suarez. “Le ponemos mucho ánimo y mucho corazón a lo que se está preparando”.

Con una ubicación fija, dijo que planea mejorar el menú y potenciar su nuevo local para crear un entorno más acogedor que aumente su clientela, con el objetivo a largo plazo de abrir más restaurantes por la ciudad. 

Arepa Burger es uno de los muchos restaurantes venezolanos de Gainesville. La Maracucha, especializada en la misma cocina, comenzó su trayectoria por un camino similar.

Eros Puentes, el dueño de La Maracucha, de 37 años, inició su negocio acompañado de la incertidumbre que trajo COVID-19 en marzo de 2020.

Sin embargo, la pandemia no fue un obstáculo para Puentes, ya que el año pasado tuvo la oportunidad de abrir una tienda física en 1023 W. University Ave. 

Sorprendido por lo receptivos que eran los residentes y estudiantes de Gainesville a la comida, amplió su menú. Otra oportunidad se le abrió en mayo de 2023, cuando amplió el espacio de su restaurante. 

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“La recepción de los clientes con nosotros es algo que yo no he visto en ningún otro negocio que yo haya tenido antes.” dijo  Puentes.  

Aunque no disponía de medios económicos para ampliar su negocio, dice que no lo dudó. 

“A nosotros se nos presentó la oportunidad y no teníamos el dinero, igual la agarramos”, él dijo. “Ya después se resolverá”. 

Ahora tiene su propio espacio, y su próximo objetivo es perfeccionar las operaciones y servicios del restaurante, ya que cree que beneficiará a sus empleados y clientes.

Confiado en la calidad de su comida, dice que no le preocupa la competencia de otros restaurantes venezolanos de la ciudad. Más bien cree que los restaurantes que ofrecen productos y servicios similares le ayudan a ser más creativo y le empujan a ofrecer un mejor servicio. 

“Si la competencia se va capaz y nosotros decaemos también”, dijo Puentes.

Andreina Cabello, venezolana de 64 años y propietaria del camión de comida Bowls Delicious Food, se trasladó a Gainesville hace tres años con un objetivo claro. Quiere compartir los sabores de su país. 

Después de mudarse a Gainesville, se dio cuenta de que echaba de menos la comida de su tierra natal y dijo que quería fusionar su herencia colombiana y venezolana con un toque americano para que más gente se sintiera incluida. Encontró la manera de servir su comida en lo que cree que se ha convertido en algo popular e innovador: en forma de bowls. 

Cabello empezó sirviendo su comida en un estacionamiento antes de trasladarse a una localización permanente en la University Avenue.

Cabello se alegra de la reacción de la ciudad ante su negocio. Cree que la originalidad de sus platos tiene mucho que ver con su éxito. Desde que ha cambiado de localización, la demanda se ha disparado.

“Me tocaba botar comida en los dos lugares que me puse anteriormente, y ahora no llevo comida a la casa”, dijo ella.

Ofrece descuentos a los estudiantes y da prioridad a los días de los partidos de fútbol americano, ya que considera que son los días de más éxito para el camión de comida. Su objetivo a largo plazo es tener varios camiones de comida por toda la ciudad.

El cofundador de Bowls Delicious Food y marido de Cabello, Charles Morris, no habla español, pero dijo que le sorprende que la mayoría del apoyo provenga de latinos. 

"La gente de Colombia... simplemente viene aquí porque es de Colombia", dijo Morris. 

Dijo que el proceso de abrir el camión de comida no fue fácil, pero que las recompensas compensan los costes. Cabello y él han recibido una amable bienvenida de la comunidad, dice, y han unido a la gente a través de su comida. 

“Algunas personas vinieron y ni siquiera se dieron cuenta de que se conocían... vivían en la misma ciudad en Colombia”, dijo Morris. 

Valeria Pinzon, de 22 años y estudiante de último año de empresariales y negocios de la UF, fue una de las colombianas que se acercaron al camión de comida para conectar con su comunidad.

Pinzón dijo que parte de los clientes del camión de comida se fijan en las banderas colombianas, venezolanas y estadounidenses que cuelgan fuera del camión. Llaman la atención de la gente de esos países, dijo, de la misma forma que a ella le llamó la atención.

“Cualquier latino o venezolano que pase por aca creo que cuando ven la bandera se sienten muy reconocidos”, dijo ella “Por eso viene mucho colombiano y venezolano”.

Tras probar la comida, dijo que le había sorprendido la comida y decidió ofrecerles ayuda, ya que acababan de poner en marcha el negocio.

Actualmente ella trabaja con Cabello y Morris para desarrollar y ampliar su menú y sus páginas en las redes sociales.

Ella cree que ayudarles ha sido una experiencia gratificante y útil, y ha declinado cualquier pago por su ayuda. 

Pinzon ayuda al camión de comida a crecer mientras desarrolla sus habilidades empresariales, con el objetivo de volver a Colombia y ayudar a otras empresas a emprender.    

Póngase en contacto con Isabela Reinoso en ireinoso@alligator.org. Síguela en X @isareinosod.

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