El Grupo de Trabajo sobre Actividades Exteriores del presidente Fuchs celebró sus dos primeras reuniones la semana pasada luego de un intenso escrutinio sobre la decisión de UF de limitar a ocho profesores a testificar en juicios contra el estado.
El grupo de trabajo tuvo su primera reunión el martes y creó un plan para abordar los problemas con las políticas escritas de UF sobre la divulgación de actividades externas y conflictos de intereses para el 29 de noviembre.
Los miembros acordaron dividir la investigación en dos fases para presentar recomendaciones al presidente Fuchs antes de la fecha límite propuesta del 29 de noviembre.
Los miembros del grupo de trabajo decidieron analizar primero los problemas con los testigos expertos y el litigio. Con la segunda fase, planean examinar los procesos por los que deben pasar los profesores cuando solicitan participar en actividades externas, como testificar como expertos y examinar quién decide permitir la participación de los profesores y cómo se comunica la decisión de manera transparente.
El grupo también acordó invitar a alguien para ayudar a los miembros con el contexto médico en situaciones en las que se necesita un médico de UF o un médico para brindar un testimonio experto contra otro médico o el estado.
Además, el grupo de trabajo acordó realizar siete reuniones virtuales antes de la fecha límite del 29 de noviembre.
En su segunda reunión del viernes, el grupo de trabajo se reunió durante aproximadamente una hora para comenzar a discutir las legalidades de participar en actividades externas y la libertad académica.
Junto con todos los miembros del grupo de trabajo, Randall Jenkins, vicepresidente senior y consejero general de UF Health, asistió a la reunión. El grupo lo invitó a responder cualquier pregunta y brindar sugerencias sobre la perspectiva médica del tema, siendo los médicos universitarios testigos expertos.
Clay Calvert, profesor de derecho y periodismo de UF, y Laura Rosenbury, decana del colegio Levin de Derechos de UF, también dirigieron el grupo de trabajo a través de debates sobre los derechos de la Primera Enmienda para los empleados de UF.
Tanto Calvert como Rosenbury plantearon la necesidad de abordar lo que define un conflicto de intereses de acuerdo con la política de la universidad. Rosenbury dijo que actualmente se define como una interferencia con el desempeño de los deberes laborales de los profesores o empleados.
"Me encantaría saber más acerca de por qué testificar en un caso en el que la universidad o un empleado de la universidad es una de las partes interferiría necesariamente con el desempeño de las funciones laborales de los expertos", dijo Rosenbury.
Calvert y Rosenbury también pidieron examinar cuál es el interés de la universidad y del individuo y cómo los profesores pueden dañar los intereses de la universidad, si es que lo hacen.
Una de las últimas cosas en las que el equipo estuvo de acuerdo es en convertir sus discusiones en recomendaciones de política que presentarán al presidente a fines de noviembre.
Sin embargo, los miembros del grupo de trabajo también plantearon cuestiones de transparencia con la facultad y el personal de la universidad a medida que comienzan a considerar posibles recomendaciones.
“Como miembro de la facultad, supongo, solo espero que haya algo de transparencia con estas decisiones”, dijo Katie Vogel Anderson, profesora asociada clínica de UF de la Facultad de Farmacia y miembro del grupo de trabajo.
Al final de la reunión del viernes, el grupo de trabajo acordó analizar el proceso que utiliza la universidad para recibir solicitudes de actividades externas para el testimonio de testigos expertos en la próxima reunión del 15 de noviembre. Terra DuBois, director de cumplimiento, ética y privacidad de UF, dirigirá la conversación.
Póngase en contacto con Camila Pereira en cpereira@alligator.org. Síguela en Twitter @CamilaSaPereira.
Traducido por Saira Gonzalez. Póngase en contacto con Saira en sgonzalez@alligator.org.
Camila is a third-year journalism student and the administration reporter on the university desk. When she is not reporting for The Alligator, Camila is always listening to music and probably drinking honey milk tea.
Saira González is a fourth-year at The University of Florida double majoring in Spanish and Anthropology. She is from Ruskin, Florida, but was born in her native Mexico. She spends her free time playing the violin and working as a translator for El Caimán.