En Gainesville Place Apartments, una mujer fue apartada de la puerta de su casa, arrastrada por las escaleras y violada en un área boscosa en las primeras horas de la mañana del 10 de septiembre.
Ahora, los residentes hacen malabares para afrontar el trauma y al mismo tiempo abogan por mejoras en la seguridad del complejo. Los residentes dicen que la administración ha tardado en abordar el problema.
Gainesville Place Apartments, ubicado en 2800 SW 35th Place, tuvo 258 incidentes llamados a la policía en los últimos nueve meses, según un informe de la Oficina del Sheriff del Condado de Alachua. Durante el verano, los residentes presenciaron casos de masturbación pública, intentos de robo y comportamiento alarmante de extraños que no pertenecían al complejo. Los residentes describieron sus experiencias como peligrosas y aterradoras.
La víctima del ataque del 10 de septiembre fue dada de alta rápidamente del hospital y Antwine Johnson, un residente de Gainesville de 32 años, fue acusado de agresión sexual y secuestro el mismo día.
Corinne Griffin, una residente de Gainesville Place de 19 años y estudiante de segundo año de UF con doble especialización en criminología y neurociencia cognitiva y conductual, dijo que ha expresado sus preocupaciones en la oficina principal muchas veces.
Griffin llamó a la policía dos veces desde que se mudó a Gainesville Place Apartments en agosto. Ella se preocupa por su seguridad y quiere que la gerencia realice mejoras en la seguridad.
"No me siento seguro aquí en absoluto", dijo Griffin. "No están haciendo nada, así que no sabemos qué más hacer".
Griffin argumentó que si un complejo de apartamentos puede ofrecer mantenimiento las 24 horas, entonces debería poder hacer lo mismo por la seguridad. Ella sugirió que la gerencia proporcionará llaveros a los conductores de autobuses, pero la oficina principal le dijo que no era una opción y su solución fue descartada sin ninguna explicación.
Griffin le pidió a la oficina que agregara cámaras alrededor del complejo, pero la gerencia le dijo que no disuadía el crimen. Pidió un servicio de seguridad privada y le dijeron que se había considerado, pero supone que no saldrá nada de eso.
Pero para la víctima del asalto y el resto de la comunidad, regresar al complejo de apartamentos donde ocurrió el ataque es un desafío.
Después del ataque, el complejo de apartamentos, propiedad de The Collier Companies, emitió un comunicado a sus residentes para informarles de una agresión sexual que ocurrió "cerca o alrededor de la comunidad de Gainesville Place".
La declaración describió recordatorios generales de seguridad para los residentes: cerrar sus puertas y ventanas, estacionarse en áreas bien iluminadas, asegurar sus pertenencias personales y no caminar solos por la noche. El informe también indicó que el complejo solicitó patrullas adicionales del Departamento de Policía de Gainesville.
Collier Companies no respondió a varios correos electrónicos y llamadas telefónicas para hacer comentarios hasta el 26 de septiembre.
Los residentes creen que Gainesville Place podría hacer más para mejorar la seguridad. Desde el ataque, los residentes han pedido a la oficina principal que instale cámaras, mantenga las puertas de entrada cerradas o contrate una empresa de seguridad.
El 21 de septiembre, el complejo anunció a sus residentes que mejorará la iluminación recortando las ramas de los árboles alrededor de los postes de luz.
Algunos residentes sienten que los pequeños cambios no serán suficientes.
Yasmin Figueroa, residente de Gainesville Place de 21 años y estudiante de último año de UF con especialización en ciencias de la salud, ha vivido allí desde agosto. Dijo que su experiencia allí ha sido agradable, pero ella y sus compañeros de cuarto están preocupados por caminar solos por la noche y las puertas de entrada siempre están abiertas.
Figueroa dijo que ella y sus compañeras de cuarto han comenzado a avisar cuando llegan a casa y se mantienen en contacto con frecuencia.
Ángel Ramírez, un residente de 17 años y estudiante de primer año de ciencias políticas de UF, dijo que depende del sistema de autobuses para llegar a clase. Dijo que el problema de que las puertas de entrada siempre estén abiertas podría resolverse con algo tan simple como llaveros.
Argumentó que dado que las rutas de autobús no están abiertas durante toda la noche, tendría sentido cerrar las puertas después de que el último autobús salga de la propiedad.
Desde el incidente, Figueroa y sus compañeras de cuarto han comenzado a comunicarse regularmente; Griffin siente que la carga de la seguridad ha caído en manos de los residentes y continúa abogando por una mejor seguridad, pero aún duda de que se produzca algún cambio; Ramírez, que también anhela un cambio, ha sido testigo desde entonces de que otros residentes compran gas pimienta para protegerse en caso de una emergencia.
Las rutinas diarias de los residentes han cambiado a medida que incorporan nuevas medidas de seguridad con la esperanza de que no les ocurra otro incidente a ellos ni a ninguno de sus seres queridos.
Comuníquese con Troy Myers en tmyers@alligator.org o sígalo en Twitter @Troy_Myers1.
Traducido por Melissa Hernandez De La Cruz
Troy is the criminal justice reporter and a fourth-year journalism major with an outside focus in business administration. He previously studied accounting for two years at Santa Fe College but has since transferred to UFCJC. When Troy isn’t writing, he enjoys going to the beach and spending time with his dog, identical twin brother and family.
