This article was translated by Kristine Villarroel.
Dos meses dentro del semestre de otoño, prácticamente virtual en UF, tanto estudiantes y miembros de la facultad siguen luchando por adaptarse al nuevo ambiente de clases virtuales.
Los profesores y estudiantes de UF están de acuerdo en que toma paciencia estar en ambos lados de la pantalla. Con un 65% de las clases de UF siendo presentadas en línea este otoño, los estudiantes y profesores están luchando para definir un horario y por ser productivos a pesar de la mínima interacción social.
Los anuncios del semestre de otoño en UF dejaron a Hannah Thomas, una estudiante de ciencias animales en UF de 19 años, preocupada por la falta de colaboración en sus cursos.
Todas excepto una de las clases de Thomas son asincrónicas, lo que significa que no tienen ninguna reunión en vivo. Ella decidió regresar a Gainesville por el semestre sabiendo que iba a necesitar imitar un horario regular de clases para ser productiva.
Thomas se despierta alrededor de las 8 a.m. para ir a la Reitz Union casi todos los días de la semana, ella comentó. Ella renta un salón en el segundo piso, con una gran ventana que tiene vista a Green Pond y pasa alrededor de siete horas haciendo trabajos y estudiando. Si está sola en su apartamento todos los días no puede ser productiva, así que a veces estudia con un amigo en Reitz, ella explicó.
“Todavía tengo mucho miedo e incertidumbre, pero también tengo esperanza”, dijo Thomas.
Mientras las clases progresan, menos participación con sus profesores y compañeros de clase representa un problema ya que ella es muy social según comentó.
Tener resultados exitosos de aprendizaje dependen de obtener una preparación adecuada, dijo Albert Ritzhaupt, un profesor asociado de UF de tecnología educacional y educación de ciencias de la computación.
“Es necesaria una instrucción y experiencias de aprendizaje de calidad, no importa que formato uses”, comentó Ritzhaupt. “Eso requiere una cantidad significativa de entrenamiento, preparación y planificación”.
Los estudiantes pueden aprender y ser exitosos aunque sus clases sean en línea, pero es importante notar que lo que pasó en marzo no fue realmente aprendizaje en línea dado lo repentino que fue el cambio, comentó Ritzhaupt.
Los currículos de educación en línea típicamente son examinados extensivamente antes de ser implementados, él dijo. La examinación tiene procedimientos específicos y es procesado múltiples veces para asegurar la calidad del resultado. Por eso es que Ritzhaupt dijo que el cambio de UF a clases totalmente en línea a mediados de marzo no es considerado un aprendizaje en línea típico.
Puede que los profesores aún no hayan resuelto todos los problemas, pero están aprendiendo de sus errores y mejorando, comentó Ritzhaupt.
“Garantizo que el año que viene, van a hacerlo mucho mejor, sabes”, comentó Ritzhaupt. “Pero, de nuevo, eso es porque requiere práctica.”
Ritzhaupt ha enseñado principalmente clases en línea durante quince años y dice que ha pasado por los errores necesarios para crear un buen ambiente de aprendizaje. A pesar del tiempo y esfuerzo que ha dedicado, Ritzhaupt está preocupado sobre la falta general de colaboración entre estudiantes, comentó.
“No se si estamos haciendo un trabajo suficientemente bueno para asegurar que los estudiantes participen entre ellos'', declaró.
El horario flexible traído por las clases asincrónicas fue un ajuste difícil para Sterling Shipp, un estudiante de segundo año de UF de educación de salud y comportamiento de 19 años. Fue difícil hacer todo por su parte, como decidir cuando ver una clase o hacer un trabajo, él comentó.
Antes de ir a dormir, Shipp anota los trabajos del próximo día en un pizarrón en orden de importancia. Cuando se despierta alrededor de las 9:30 a.m. al día siguiente, desayuna, típicamente con café y un croissant y comienza a completar tareas de la lista.
Dado que Shipp es capaz de crearse una rutina, ha podido mantener puras As con la excepción de una B alta, según dijo.
Para su laboratorio de biología, Shipp va a tener que secar un gusano en su dormitorio de Fletcher Hall. Él estaba esperando poder utilizar un laboratorio ya que facilita el proceso, pero aun así esperaba con ansias poder hacer la disección.
“Sabía que iba a ser más difícil”, dijo Shipp. “Estoy dispuesto a poner el esfuerzo y hacer lo que tenga que hacer porque realmente no tiene sentido quejarse si no puedes cambiar nada”.
Este semestre, sitios de supervisión en línea como ProctorU y HonorLock, los cuales requieren cámaras web y micrófonos para monitorear a los estudiantes mientras toman exámenes, están siendo dados más confianza que nunca dada la falta de pruebas en persona.
Estos sitios de supervisión no son atractivos para Corinne Huggins-Manley, una profesora asociada de UF de investigación y metodología de evaluación.
En vez de usar estos servicios, ella comparte historias de veces que ha cachado a estudiantes haciendo trampa con la esperanza de motivarlos a ser justos y honestos durante sus clases.
Huggins-Manley aprende la manera en la que los estudiantes escriben usando preguntas de final abierto en sus trabajos. Esto hace que sea más fácil detectar cuando las repuestas son copiadas ya que no tienen la voz del estudiante, ella comentó.
“Desde que comencé a contar esas historias y a motivarlos semanalmente para recordarles los códigos de honor y justicia, lo he visto mucho menos en mis clases y estoy muy feliz con eso'', comentó Huggins-Manley.
El aprendizaje en línea no estaba en el plan de Anna Toth, una profesora asociada en UF de química.
Ella pasó el verano convirtiendo sus cursos de química de primer año a un horario asincrónico, lo que significa que nunca ve a sus estudiantes excepto durante sus horas de oficina en Zoom, ella comentó. Está gratamente sorprendida con la frecuencia en la que sus estudiantes acuden a ella a pedir ayuda con los materiales del curso.