Traducido por Kristine Villarroel.
Florida tiene de los fondos de educación más bajos en los Estados Unidos. Una medida local en la papeleta de noviembre puede prevenir la pérdida de programas relacionados a cortes de presupuesto y bajos fondos.
La medida de Un Mil Impuestos Ad Valorem Para los Gastos de Operación del Distrito Escolar, la cual apoya a los programas magnet y de arte, a los consejeros, especialistas de medios y tecnología en las Escuelas Públicas del Condado de Alachua, está pendiente para una reelección. Un voto de “si” extendería el impuesto desde julio de 2021 a junio de 2025.
Los residentes han votado en la medida de ‘Un mil’ cada cuatro años desde 2008 y la han pasado todas las veces. Más del 75% de los votantes la apoyaron en 2016.
La medida financia programas magnet, de música y carreras. También cubre salarios parcial o completamente para educadores y especialistas, tales como profesores de música, consejeros y bibliotecarios. Se espera que el impuesto, si vuelve a ser aprobado, recaude $17 millones para las escuelas en el próximo año.
La iniciativa es financiada imponiendo impuestos a ‘Un Mil’, una tasa de impuestos. En este caso, la tasa de impuestos vale $1 por cada $1,000 del valor de la propiedad sujeto a impuestos. Cuesta menos de $7 al mes para el dueño de casa promedio, de acuerdo al sitio web del consejo escolar.
Dado que es una renovación, la aprobación no le costaría dinero extra a los contribuyentes.
Ahora, la iniciativa también ayudaría a abordar los efectos financieros de la pandemia del COVID-19.
La pandemia le ha costado alrededor de $16 millones al distrito escolar, lo que pudiera ser por las ganancias bajas causadas como resultado de la pérdida de actividad económica durante la pandemia. Algunas medidas que le proveen dinero al distrito escolar ganan financiamientos por medio de los impuestos de venta, tales como el Medio-Centavo para Escuelas, una medida distinta que apoya mejoras a las facilidades. Mientras que el presupuesto del distrito escolar ha incrementado este año, todavía hay retos derivados de la disminución del financiamiento del estado. Esto es en gran parte culpa de los cortes de impuestos de propiedad, los cuales financian las escuelas.
ACPS incurrió en costos de COVID-19 que sumaban más de 12 millones de dólares en entrenamiento a los educadores, equipos de protección personal y compras extras de tecnología, dijo la vocera de ACPS Jackie Johnson.
“Es importante que la gente reconozca que estamos frente a una crisis financiera peor a la que estábamos enfrentando durante la Gran Recesión'', comentó Johnson.
La medida trajo más de 128 millones de dólares para las escuelas desde 2009, de acuerdo a un reporte de 2019 del Comité para la Vigilancia de Un Mil. Este dinero cubre el salario de casi 300 empleados y las compras de miles de piezas de tecnología, desde computadoras hasta proyectores.
El programa es crucial para continuar programas en riesgo de ser cortados, comentó Johnson. Durante la Gran Recesión, el financiamiento del programa de música ha sido cortado a la mitad. Con el impuesto, hay una garantía que evita esto, añadió.
Para votantes preocupados, Johnson comentó que el lenguaje de la papeleta es muy específico sobre dónde se está usando el dinero. Un comité de vigilancia revisa todos los gastos para asegurarse que el dinero se esté usando para el propósito que los votantes aprobaron.
Sin embargo, algunos votantes todavía están preocupados sobre cómo se están usando los fondos.
Chanae Jackson, una residente de 41 años de East Gainesville, envía a su hija a una escuela privada dado la inequidad que ve en las escuelas públicas.
Para Jackson, la iniciativa forza una cantidad desproporcionada de financiamiento a los programas magnet. Alrededor del 32% del financiamiento va a programas magnet y de carreras. Los estudiantes negros son el 35% de la poblacion del distrito escolar pero solo representan el 13% de los estudiantes magnet.
“Si, deberíamos aprobar el ‘Un Mil’”, comentó. “Pero entonces tendría que haber un segundo paso. Ese segundo paso es requerirle al distrito que nos de un plan y nos muestre que el programa va a ser equitativo”.
Un Mil ayuda a financiar programas como el Instituto de Artes Culinarias en la Secundaria Eastside.
Los estudiantes en el programa aprenden todo sobre las industrias culinarias y de hospitalidad, comentó Pam Bedford, la directora del programa. Alrededor del 90% de sus estudiantes terminan en estos sectores. Usualmente Bedford tiene alrededor de 100 estudiantes cada año.
“Sin este dinero, no tengo trabajo'', declaró Bedford. “Estos estudiantes no tienen esta oportunidad”.
Los estudiantes pueden ser vistos en catering con Centerplate, un negocio de catering de eventos y de servicios de hospitalidad, durante días de juegos en el Estadio Ben Hill Griffin. Bedford se pregunta dónde estarían sus estudiantes si no fuera por el programa.
“Tenemos que mantener a los estudiantes involucrados en su aprendizaje”, comentó. “Sabes, algunos de estos estudiantes, esta es su única razón para venir a la escuela”.
Erin Coolican-Dickman, una madre de 39 años de un estudiante de séptimo grado en la Escuela Intermedia Fort Clarke, ha visto el impacto de la iniciativa. Mientras estaba en la escuela primaria Glen Springs, su hija Lily se interesó en la música. Ella se unió al club de banda de Rock después de la escuela y aprendió a tocar la guitarra, el bajo e incluso la batería. Ahora toca el clarinete en Fort Clarke.
Coolican-Dickman comentó que ya había votado a favor de la medida en su papeleta temprana de voto por correo.
“Creo que es más importante tener estudiantes integrales que tener un foco completo en lo académico”, comentó.
Kristine Villarroel is a UF journalism senior and The Alligator's Summer 2023 Engagement Managing Editor. She previously worked in the Avenue and Caimán desks as an editor and reporter. In her free time, she looks for dusty fur coats at antique shops and pretends not to be a hater on Twitter.